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Economías de Latinoamérica pueden crecer sin devastar bosques

Economías de Latinoamérica pueden crecer sin devastar bosques

 

Las economías latinoamericanas pueden seguir creciendo sin devastar los bosques, declaró este miércoles Mariana Panuncio, directora del Programa de Cambio Climático de la organización WWF, quien citó a Brasil como un ejemplo de equilibrio entre expansión agrícola y reducción de la deforestación.

 

Panuncio, que participó en Asunción de una conferencia internacional sobre “Bosques y cambio climático”, señaló que en los últimos diez años Brasil redujo su tasa de deforestación en un 70%, al tiempo que aumentaba su producción de soja en un 80%.

 

Según la representante de la organización ambiental, ese reto es “técnica y económicamente viable” para los países de América Latina. La clave, en su opinión, es reglamentar a través de políticas públicas los espacios que pueden ser desforestados y bajo qué condiciones, así como hacer cumplir las leyes que prohíben la deforestación y penalizar a quienes las transgreden.

 

También es importante establecer sistemas de incentivos positivos, como la tenencia de tierras para los pobladores, los créditos transferidos a campesinos bajo condiciones de preservación ambiental, o el pago de un mejor precio a productos procedentes de bosques con un buen manejo.

Rol de los bosques.

 

“Los bosques poseen un rol crucial para enfrentar los impactos negativos del cambio climático. No sólo son un depósito de carbono, sino quetambién proveen de recursos como alimentos o medicinas, y contribuyen a la regulación de los recursos hídricos”, explicó la experta.

 

Por su parte, Josefina Braña, directora de política pública en el Programa Global de Bosques y Clima de WWF y participante también en la conferencia, afirmó a Efe que otro de los incentivos puede ser el pago a las comunidades campesinas por los servicios ambientales que presten.

 

Braña declaró que “es un mito que exista un conflicto entre el desarrollo económico y la conservación de bosques”.

 

No es cierto que haya una contradicción entre seguridad alimentaria y conservación forestal. Si bien algunas comunidades campesinas necesitan de la pequeña agricultura para su subsistencia, y por ello desmontan, con buena planificación puede haber un equilibrio entre bosques y cultivos”, agregó.

 

También dijo que las decisiones sobre conservación de bosques deben ser tomadas “de forma local”, especialmente cuando existe una situación de pobreza que fuerza una dependencia del cultivo de subsistencia.

 

La experta advirtió que la agricultura y la ganadería son dos de las causas de la deforestación en los países en desarrollo, pero también las sequías y el aumento de temperatura asociados al cambio climático, que están provocando incendios que merman la masa boscosa a nivel global.

 

WWF, junto a otras organizaciones reunidas en Asunción, como la Organización de Naciones Unidas (ONU) o el Banco Mundial, debatió sobre la conservación de áreas boscosas en la región, de cara a la Conferencia sobre Cambio Climático (COP21) que se celebrará en París entre noviembre y diciembre.